Jaula de soledad.
A la deriva
va el otoño.
Luces brillan dentro de mí.
Cuando oscurecen
no sé dónde mirar.
Esa luz es como la sonrisa
de los niños.
La oscuridad es el llanto de tus ojos,
es la noche que hay en tí.
Muchas manos se tienden
diciendo "aquí estamos".
Pero no están
al despertar el alba,
cuando claroscuros son los sueños.
Reloj que me atormentas
y marcas mis pasos vacilantes,
premia mi esfuerzo y mi perseverancia.
Sálvame de obstáculos
en el tránsito de la senda diaria.
En sueños, vislumbro siluetas
bailando sobre el océano;
y el mar, gritándome.
El mar me quiere decir algo.
¡Lástima, no lo comprendo!